Gestionar las emociones

Vía de Escape

Paco Cepeda 29/02/2020

El fútbol, lejos de lo que piensan los del máster en Boston, es mucho más emocional de lo que ellos creen. Alguien que sí es un hombre de fútbol, pese a darle mil vueltas en nociones sobre economía y empresa a estos muchachos competentes que guían al Real Betis Balompié, me dijo algo que no se va a borrar jamás: los números de una empresa como los grandes equipos de fútbol los lleva y con brillo un estudiante de primer año, lo malo es saber gestionar las emociones. Los actuales dirigentes del Betis no saben de lo que hablo. Las emociones que mejor conocen son las del rencor, la venganza, la envidia... Sólo escuchan el ruido que hacen los gatitos que llevan en la barriga, pero de Betis, de Betis y de fútbol, por ese orden, no saben. Estos seguro que no le han dado importancia a las declaraciones de un entrenador que no gana nunca y que sin embargo dice que no ve riesgo alguno de descenso. Eso en la vida real no es más que una predicción más o menos fiable, pero en fútbol es convocar al desastre, a la bajada de brazos. Estos no analizan como deben que en la fase decisiva del campeonato, el Betis no suma, mientras los de atrás afilan las uñas. Cada vez hay menos equipos entre el Betis y la ruina, pero aquí no pasa nada. El Betis juega a la pelota, más que muchos, pero no al fútbol, porque jugar al fútbol es otra cosa. Alguien que conozca este negocio debe activar a este club bloqueado desde la cabeza. Y mientras alguien despierta, que el Mallorca no gane, porque aquí se ve un cuadro.