En el Betis ocurren cosas extrañas que excitan mi curiosidad y sorpresa. Y me provocan extrañeza por la enemistad que tienen con el sentido común y, sobre todo, porque se alargan en el tiempo con personajes distintos. Antes la guerra era todo el mundo contra Lopera, ahora es todos contra todos: la grada frente a Setién, Serra contra Setién, Setién contra la grada y la prensa, Haro y Catalán contra Serra, el destituido entrenador del filial a favor de Haro y distante de Serra Ferrer… ¡Vaya lío!

Donde pongas la lupa la situación se vuelve extraordinaria. Durante años, cada día se anunciaba la llegada de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en casa de Manuel Ruiz de Lopera, a quien lo acusaron de haber robado a manos llenas. Aquello acabó con Lopera en bañador y chanclas en su residencia veraniega y con un premio económico de regalo. Curioso. Cuando el Betis había encontrado a un entrenador diferente, capaz de revalorizar a muchos jugadores y de diseñar un plan, ese técnico se encuentra con un ambiente irrespirable y con la espalda del director deportivo. Y vuelve a provocarse una situación extraña: Haro y Catalán, aunque ya podríamos empezar a decir también Catalán y Haro, deciden apoyar al entrenador, le llevan la contraria a Serra Ferrer, obligan a éste a salir en defensa del técnico tras la derrota ante el Levante y… encuentran su negativa. Conclusión: lo mantienen en el cargo, pero nadie da la cara. Una extraña forma de respaldar al entrenador que provocó que el Espanyol alcanzara al Betis. Pero hay más. Los que mandan querían a Setién, pero no se atrevieron a darle continuidad por temor a la grada. Normal, el poder abduce. Era razonable que remitiesen ante la presión social y la opinión de Serra, que vino para mandar. Esta vez, la actuación se alejaba de la habitual extrañeza, pero ahora deciden apartar al que apostó por destituir al entrenador. Sin Serra y sin Setién se llama la película. No me digan que no es extraño.

Mientras tanto, se anuncia la construcción de una extraordinaria ciudad deportiva sin tener aún un equipo armado y estabilizado entre los elegidos. Y la última es que Lorenzo Serra Ferrer podría, tras ser relegado de sus funciones, abandonar el Betis o mantenerse en el club que venía a comandar como pieza consultiva con un sueldecito. Al parecer, da igual lo que haga. Qué cosas. Pero la rueda sigue girando porque ahora Josemi López Catalán parece decidido a dar un paso al frente en el área deportiva. En el Betis ocurren cosas extrañas…