Soldados de Rodríguez

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 22/12/2021

La batalla que se llevó a cabo en el año 480 a.c. en el desfiladero de las Termópilas entre los espartanos y el imperio persa se pone siempre como ejemplo de la resistencia heroica. Hay cientos de relatos y películas que retratan el gesto combativo y pasional de los griegos. Ese sentimiento, sin duda, es el que nos ha transmitido el Sevilla en el último mes y medio. La plaga de lesiones ha arrasado el verdadero potencial de este equipo. Los partidos pasaron de ser duelos deportivos a verdaderos experimentos de resistencia. Un viejo amigo me decía anoche que más que futbolistas parecían soldados rotos, heridos, magullados, extasiados… Los soldados de Rodríguez, los soldados de Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, que ha vuelto a construir un equipo con corazón y pasión. Y con un general, Lopetegui, al frente que con sus defectos tiene el perfil ideal para comandar a este grupo de espartanos que jamás se rinde. Con mucha angustia, pero con altas dosis de entrega, compromiso y honestidad, el Sevilla ha llegado vivo al mes de enero. En una semana comenzará la hora de la verdad.

Ese espíritu de sacrificio honra la profesionalidad del grupo, pero deja en el aire una reflexión: ¿se puede vivir con esa angustia? Parece complicado. Escohotado nos enseñó que creer que sólo las cosas que cuestan mucho trabajo tienen valor es una estafa más del convencionalismo. La sociedad te mete en vena desde que naces que ganar con sacrificio es más digno que ganar disfrutando, otra manipulación mental que el gran Escota destapó. En estos días de análisis hay que “poner en valor” (como dicen ahora los progres guay del socioalcomunismo) que el Sevilla haya sido capaz de mantenerse en pie, pero el genio de Monchi no va a tener más remedio que sacar otra cartita más para que los próximos meses dejen de ser un exigente y extraordinario ejercicio de entrega y supervivencia.