"Promais"

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 25/06/2019

Es normal que Monchi diera en su día un portazo y se fuera a la Roma. Lo extraño es que no cogiera un vuelo urgente a Finlandia sin billete de vuelta. Aguantar a la turba es asfixiante y si la muchedumbre ha empezado el verano, tiene las chanclas puestas, el tuiter en la mano y horas y horas para malgastar en una barra de bar (real o virtual como las redes esas), échense a temblar. Uno jamás se acerca ni a las conversaciones airadas de taberna ni al aburrido tuiter, pero la decadencia de los medios llega a convertir en noticia esas llamadas corrientes de opiniones. Vamos, que mientras leo la prensa me "salta" una nota que habla del malestar por la venta de Promes. Ante mi sorpresa, acudo a mi joven amigo Miguelito Pérez para que me explique de qué va este enfado. "No veas la que hay formada", dice. "Formada.. ¿Dónde?", le respondo. "Aquí", señalándome el teléfono. "Dice el personal que Promes está mal vendido y que se le podía haber sacado 30 millones de euros o más. Y le dicen a Monchi que dónde están los fichajes", añade. No doy crédito, pero está de moda hablar por hablar. Si es posible a voz en grito y sin saber de qué se predica.

El revuelo me deja noqueado y me aleja, otra vez más, de esa masa insoportable. Veamos. Promes o "Promais", como le llama mi colega Chazarri, costó 21 millones de euros y cobraba un sueldo galáctico. En su ficha se describe sus condiciones ofensivas, pero no hace goles. Y salvo que yo haya entrado en un túnel oscuro sin retorno, que no lo descarto, su aportación ha sido la de dar "unos saltitos" alrededor de la pelota y ofrecer un par de centros en toda una temporada. Su rendimiento y el gasto que lo rodean invitaban a quitarse el marrón de en medio cuanto antes. Monchi lo ha vuelto a lograr: lo ha traspasado recuperando casi todo el dinero. Claro que su fútbol puede mejorar, pero a un precio elevado. No será difícil que eleve en el Ajax su insignificante fútbol ofrecido en el Sevilla. Parece mentira que algunos quieran recuperar la grandeza perdida y sigan apostando por Promes. El verano es irresistible. Y acaba de empezar…