1ª División (2018/2019) > Jornada 30

Mirando de frente al cuarto puesto

Atropellado por su nerviosismo y preso de sus carencias, el Sevilla sigue dispuesto a dar guerra. Se resiste a convertir el final de Liga en una sucesión de partidos cada vez menos trascendentes. Todo ello, gracias a un triunfo ante el Alavés que hubo que sudarlo. No porque el Alavés inquietara, de hecho apenas llegó al área de Juan Soriano, y sí más bien porque al Sevilla se le nota la prisa, la precipitación, los nervios. Y como la calidad tampoco sobra, jugadas que se pudieron resolver fácil terminaron en nada. Pases fáciles se convertían en marrones para el compañero. Jugadas de máximo peligro se fueron el limbo porque faltó ese segundo de pausa clave para elegir la mejor opción. Por eso no se resolvió el partido hasta el minuto 80. Bien mirado, el Alavés no fue nada de nada. Se mereció la derrota de cabo a rabo y ni siquiera planteó la fase de inquietud que todo equipo genera en cualquier campo del mundo. Comienza a presentar el equipo de Abelardo síntomas de decaimiento, lógicos por otra parte. Sobre todo cuando los dos últimos rivales han sido el Atlético de Madrid y el Sevilla. Aunque hubo un cabezazo picado de Jony en el minuto 85 que si entra…

A cuentagotas, las ocasiones fueron cayendo para el Sevilla en la primera parte. Desde luego no era un aluvión, pero sí marcaron los de Caparrós pronto el territorio. El dominio era abrumador. Ni siquiera permitió una contra al Alavés, que se limitó a colocar dos líneas de cuatro cerca de Pacheco. Lo demás fue coger el rosario y rezar. Gozó de una oportunidad Munir. Especialmente bella una volea suya que tomaba la trayectoria de la escuadra pero que terminó en córner al dar en la espalda de un rival. Remató arriba Franco Vázquez, no cazó por un pelo un remate de cabeza Ben Yedder... Otro Sevilla, en una mejor dinámica, hubiera puesto pronto distancia de por medio. A éste, todo le cuesta más. Pero en el 40’, una dejada de Sarabia cayó a los pies de Roque Mesa, que enganchó un disparo con la derecha ante el que nada pudo hacer Pacheco. Lo difícil estaba hecho. El Alavés ya no tenía plan, si es que alguna vez lo trajo de Vitoria. Minutos para irse al descanso, respirar y asestar el golpe definitivo.

El Sevilla siguió más o menos con el mismo guion de partido. Encerrarse atrás ante el Alavés hubiera provocado la irritación del público, que en buen número acudió al partido pese a la fría tarde. Es evidente que el encuentro necesitaba el segundo gol para no pasar apuros en los últimos minutos. Faltaba claridad donde el fútbol se convierte en peligro. El Mudo no trenzó nada, Munir se quedó en detalles poco venenosos, Ben Yedder estuvo todo el partido desasistido e incluso un punto ausente... Sólo Navas tiraba una y otra vez por la derecha. Y cuando atrapaba la pelota Sarabia también se mascaba el peligro. Precisamente un mano a mano del madrileño con Pacheco liquidó definitivamente el partido en el minuto 80. A partir de ese minuto, Nervión respiró y se puso a preparar el derbi, previo paso por Valladolid. Fue un Sevilla intenso, aplicado, concentrado y con la necesaria dosis de gol, así que partido resuelto. El cuarto puesto sigue a tiro de piedra, pues quedan puntos, muchos puntos.

Sevilla FC (2): Juan Soriano, Jesús Navas, Kjaer, Carriço, Escudero, Sarabia, Gonalons, Roque Mesa (Marko Rog, minuto 72), ‘Mudo’ Vázquez (Promes, minuto 86), Munir (André Silva, minuto 81) y Ben Yedder.

Deportivo Alavés (0): Pacheco, Martín Aguirregabiria, Laguardia, Ximo Navarro, Duarte, Wakaso, Pina (Brasanac, minuto 75), Inui (Twumasi, minuto 67), Calleri (Guidetti, minuto 75), Borja Bastón y Jony.

Goles: 1-0, minuto 40: Roque Mesa. 2-0, minuto 80: Sarabia.

Árbitro: Martínez Munuera, valenciano. Amarillas para Jesús Navas, Escudero, Wakaso, Roque Mesa, Pina, Borja Bastón y Ximo Navarro. 

Sarabia

Un regreso estupendo. Gol y asistencia. Mejor imposible. Es hombre clave en este Sevilla, no hay la menor duda.

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