1-0: De profesión perdedor

Miguel Ángel Chazarri 05/05/2019

Faltaba ponerle el día y la hora al certificado de defunción de la temporada del Betis. El mismo quedó sellado en Eibar. Se acabó lo que se daba, si es que había alguna opción. Remota, muy remota, sí. Un poco para el que se quisiera engañar, claro. Se acabó lo que se daba después de un partido que debió al menos empatar, pues ocasiones y llegadas al área de Dmitrovic con peligro hubo de sobra. Hasta falló un penalti Lo Celso. Dicho lo cual, en el fútbol no hay un señor con una toga que al término del encuentro dictamina lo que es justo o injusto. En el fútbol hay goles, aciertos y resultados. Por estas tres palabras se rigen los partidos. Y si tales conceptos abandonan a un equipo, lo que queda es esto: perder, perder y perder. Y un empatito de vez en cuando. Cincuenta días llevan los delanteros del Betis sin ver puerta. Con tan paupérrimos números es imposible alcanzar altas cotas, entre otras cosas porque los verdiblancos también son tendentes a la cantada atrás, como por ejemplo en la jugada del gol de José Ángel Cote.

En dicho tanto, otra vez el fantasma del Valencia, el de Guedes, se paseó por Ipurúa. No fue exactamente un córner en corto, pues la pelota recorrió metros hasta llegar al pico del área. Ahí esperaba José Ángel, que enganchó un disparo directo a la red. Lo Celso salió a tapar tarde y desganado. Y entre la nube de piernas se coló el balón sin que Joel Robles pudiera reaccionar. El Eibar estaba jugando mejor, con ese ímpetu tan marca de la casa. Mendilibar es otro que merece un monumento. Su fútbol no tiene ni trampa ni cartón. Arriba, a presionar, a agobiar. Se trata el Eibar de un equipo mucho más preciso en el pase de lo que se piensa, al que claramente le falta el toque sutil final. Es de suponer que los aficionados armeros acuden feliz al estadio y se marchan con la misma sensación. El Betis trataba de dar el pase que pusiera de gol a alguien, pero como la presión del Eibar alejó tanto a los verdiblancos del área de Dmitrovic, no fue posible. Llegaron más los vascos, por medio de Escalante y un par de acciones de Orellana. Además del gol. El Betis se acercó con un cabezazo de Feddal, cuyo remate forzado quedó en nada, y sobre todo con un disparo de Lo Celso al palo que se cantaba como gol desde que la pelota cayó a pies del argentino en la frontal del área.

Otro partido cuesta arriba. Otro partido en el que tocaba remontar, palabra prohibida para los de Setién. Con lo producido ofensivamente, debió bastar. Guardado tiró centrado cuando estaba solo ante Dmitrovic, Lo Celso falló un penalti, Loren tiró raso cerca del palo cuando Lo Celso se la pedía en mejor posición, Bartra se elevó y su cabezazo fue repelido por Dmitrovic, el hombre del partido. Por último, Jesé se sacó un disparo muy peligroso tras fino pase de William Carvalho… No es que el juego del Betis dijera nada especialmente. Simplemente, constatar que pudo y debió marcar. El Eibar también gozó de algunas, pero en menor número. Así que si atrás siempre regala y arriba no mata, menudo negocio. No sería nada extraño que el Betis perdiera los dos partidos que le quedan. Ahora mismo nada le va a salir bien. Menos mal que está salvado. Que acabe esto cuanto antes.

Ficha técnica:

SD Eibar (1): Dmitrovic; De Blasis, Ramis, Sergio, José Ángel (Calavera, minuto 92), Pedro León (Paulo Oliveira, minuto 61), Escalante, Jordán, Cucurella, Orellana y Sergi Enrich (Kike García, minuto 84).

Real Betis (0): Joel Robles, Francis (Lainez, minuto 73), Bartra, Feddal, Junior, Joaquín, Guardado (William Carvalho, minuto 81), Kaptoum (Jesé, minuto 84), Tello, Lo Celso y Loren. 

Gol: 1-0, minuto 45+: José Ángel.

Árbitro: Iglesias Villanueva, gallego. Amarillas para Bartra, Tello, Ramis, José Ángel y Escalante.