1ª División (2018/2019) > Jornada 27

Tello encara y resuelve el partido

Normalmente, en el fútbol suele salir bien optar por los mejores jugadores. Corría el minuto 52 cuando Francis, el limitadísimo Francis, tenía que abandonar el campo por lesión. Entró Tello. Un gran Tello. Decisivo, punzante, encarando cada vez que le llegaba el balón, siendo un dolor de cabeza para el contrario. Y, claro, el equipo mejoró. Lo que hasta entonces era un juego más bien plano e insípido, se convirtió en peligro por la banda izquierda. El Betis no deslumbró, pero desde luego sí fue bastante mejor que el Celta, al que se le vio con Escribá igual que con Cardoso. Todo un síntoma. Pese a que cuenta con calidad en sus filas, no hay quien le quite la cara de perdedor a los gallegos, huérfanos sin Iago Aspas y sin la más mínima moral como para pelear los partidos y ganarlos.

Claramente, Balaídos es hoy por hoy un campo para ganar. Todo lo que no sea una victoria, provoca el lógico sinsabor. Justo la sensación con la que el Betis llegó al descanso, pues el juego fue bastante insulso. Destacar una ocasión de peligro real son ganas de querer rellenar líneas. No hubo nada, más allá de alguna escaramuza que ni siquiera mereció el sobresalto. El Betis completó una primera media hora aceptable, aunque algo inocua. Fue a menos, además. Ocurre que enfrente tuvo a un rival que juega de mentirijilla. Ahora mismo se huele el miedo en los gallegos y con ello había que jugar para que el partido terminara cayendo del lado verdiblanco. Es de suponer que por ahí iría el mensaje de Setién en el descanso, pues el Betis se plantó en el segundo tiempo con otra actitud, aunque lo que de verdad cambió el partido fue la entrada de Tello. A veces, el fútbol se llena de sobreanálisis que ofuscan, más que otra cosa. Salió Francis, ocupó la banda izquierda Tello, futbolista inmensamente mejor que el malagueño, y donde antes no había opciones de peligro, el equipo comenzó a encontrar petróleo. Nada más entrar, un disparo fuera del extremo salió fuera por poco. Una carrera suya tras pase de Lo Celso nuevamente terminó en un tiro cuyo rechace recogió Jesé para hacer el gol. El tanto era merecido. Si alguien debía ganar este partido era el Betis. A Pau López no se le vio en toda la mañana. En los minutos que quedaban por delante, el Betis no se descompuso y manejó bien la situación. Hay que tirarse mucho al callejón, y a veces ocurre, para no controlar la situación con un centro del campo formado por William Carvalho, Canales, Guardado y Lo Celso. En Balaídos quedó claro que el Betis no se va a caer de la lucha por Europa. Tras varios disgustos sonados, recobra el pulso. El objetivo es dar guerra hasta el final. Vuelve el optimismo.

Celta de Vigo (0): Rubén, Hugo Mallo, Araujo, Costas, Juncà, Lobotka, Okay (Jensen, minuto 88), Brais Méndez, Boudebouz (Pione Sisto, minuto 63), Boufal (Apoeh, minuto 84) y Maxi Gómez.

Real Betis (1): Pau López, Joaquín (Emerson, minuto 91), Mandi, Bartra, Sidnei, Francis (Tello, minuto 52), William Carvalho, Guardado, Canales, Lo Celso (Javi García, minuto 88) y Jesé.

Goles: 0-1, minuto 80: Jesé.

Árbitro: Estrada Fernández, catalán. Amarillas Okay y Maxi Gómez.

Tello

Clave para la victoria. Salió y cambió el partido. Desde el banquillo, aportación crucial en Balaídos.

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