1ª División (2018/2019) > Jornada 34

El Betis entrega la cuchara

Cautivo y desarmado, por una extraña razón que desconocemos, el Betis ha dicho basta, que se acabó lo que se daba, que ya no queda gasolina en el depósito ni fe en las piernas. Es como si la temporada hubiera terminado en aquella decepcionante noche del 28F con la derrota en Copa ante el Valencia. Visto con perspectiva, el Betis no se levanta desde entonces. Más allá de alguna victoria puntual, la caída del equipo se ha producido con estruendo, sin que Setién le haya puesto remedio a los continuos ejercicios de pereza de sus futbolistas. No existe mucha diferencia entre el nefasto encuentro ante el Levante y el disputado, por ejemplo, en Vallecas. O el perpetrado en Leganés. O incluso el de la derrota de Anoeta. La diferencia es que esta vez estaba en juego el interés clasificatorio, que era el día para ganar porque se agota el tiempo. Y sin embargo el batacazo fue monumental. A seis puntos más el gol average del Athletic, lo más amable que se puede decir de la temporada es que el final será duro, muy duro.

Muy pronto se vio la tormenta. El Levante hizo lo previsible: fe, marcas pegajosas y apoyo de su público. Receta de manual para salir de la enorme crisis en la que se encuentra. No en vano es el equipo que más goles ha recibido en su campo, dato que al Betis le dio absolutamente igual, pues no le hizo ni cosquillas. Nadie arañó a un equipo plagado de dudas y por supuesto con recursos limitados. A los ocho minutos cayó el primer tanto, fruto de la desatención de Bartra, cuya temporada ha sido muy decepcionante. Entre él y Emerson dejaron por ahí suelto a Campaña, que tiró a placer. La puesta en escena quedó clara. El Levante jugaba enardecido y el Betis era sencillamente un horror. Llegaba tarde a todo, movió la pelota para mantenerla, no para atacar. Y del nivel de los delanteros, para qué insistir. Como a todo equipo desnortado, a este grupo le pasan cosas raras, como por ejemplo el segundo gol, el que certificó la debacle. Pau ha dejado de ser Pau. Un ligero toque de cabeza de Loren contra su portería en el primer palo provocó que la pelota diera en la cara del portero. El segundo al canto.

Todo lo que hizo el Betis en adelante movió a la indignación. La entrada de Joaquín no sirvió para nada. El Levante apretaba y defendía. Parecía un equipo plagado de padres de familia. Definitivamente Setién parece haber llegado a la estación final. No ha ofrecido ninguna solución a la caída y ya tiene al equipo muerto, preludio de la destitución. Aunque en realidad, ¿ya para qué? Se ha ido el objetivo. El arroz del cambio de entrenador se ha pasado. Quizás sirva para mitigar el lío en el Villamarín ante el Espanyol… Bueno… Ya será cuestión de ver qué interesa más a los dirigentes. La triste realidad es que, fiel a su historia, el Betis no resiste en la elite. No tiene gas, se cae. El primero que da muestras de escaso espíritu es Setién. Se ha apagado. También la plantilla tiene su tela. En líneas generales está bastante sobrevalorada y presenta fallos de configuración (la delantera) de efectos devastadores. No es tan buena como para acaparar tanto elogio ni tampoco como para que el Levante se dé este sonrojante festín.

Levante UD (4): Aitor Fernández, Coke, Rubén Vezo, Rober Pier, Jason, Bardhi, Vukcevic (Moses Simon, minuto 65), Campaña (Chema, minuto 85), Toño, Morales y Borja Mayoral (Raphael, minuto 75).

Real Betis (0): Pau López, Emerson (Joaquín, minuto 46), Mandi, Bartra, Sidnei, Junior, Guardado, Kaptoum, Canales (Lainez, minuto 70), Sergio León (Tello, minuto 57) y Loren.

Goles: 1-0, minuto 8: Campaña. 2-0, minuto 32: Pau López, en propia meta. 3-0, minuto 55: Morales, de penalti. 4-0, minuto 80: Coke.

Árbitro: Jaime Latre, aragonés. Amarillas para Sidnei, Vukcevic, Mandi, Rober Pier y Kaptoum.

Diego Lainez

Al menos, salió enchufado en el Ciudad de Valencia. No fue suficiente, por supuesto, pero es que no hubo más.

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