Liga Europa (2018/2019) > Fase de grupos. 4ª jornada

El Betis juega con la calculadora

Mientras se jugaba el partido, el Betis comenzó a echar cuentas para pasar a la siguiente fase de la Europa League. Un punto ante el Milan, teniendo que ir a Luxemburgo, donde se debe ganar, porque de lo contrario la vida no tendrá sentido… Teniendo que recibir al Olympiacos… Bien, las cuentas salen. Sirvan estas líneas para explicar la impresión que dejó un partido bien jugado en la primera parte, donde nuevamente los verdiblancos se comieron a un dormido Milan. Cualquiera que hubiera visto los primeros cuarenta y cinco minutos y se hubiera marchado en el descanso, hubiera dado por supuesto un 2-0 o un 3-0. Justo lo que transmitió el Betis, que tocaba la pelota con sentido y peligro. Y creando ocasiones. Para empezar, el buen gol de Lo Celso, marca de la factoría Setién. La tocó gran parte del equipo. Todos precisos, pausados pero con vértigo, mejorando poco a poco la jugada... La pelota cambió de carril y allá que apareció la listeza de Joaquín y la velocidad de Junior, que la puso para que Lo Celso rematara dentro del área. Gran gol con muchos toques. Como tantos otros. El tanto hacía justicia, pues el Betis la quería, se le veía con nervio, con ganas de desquitarse de los últimos tropiezos. Nadie perdía su marca, la anticipación para robar y comenzar a jugar era la nota predominante, ante un Milan que de Milan tenía la camiseta. En modo alguno la calidad de sus jugadores. Ya en el tramo final de la primera parte el Betis fue dándole al botón y comenzó a sestear algo. Pero nada clamoroso ni reprobable.

Ese aire conservador creció en la segunda parte, donde ya cada toque, cada acción ofensiva costó más. Primero porque la mente pesa y el objetivo estaba perfectamente fijado: no perder. Segundo porque el Milan sacó el escaso ADN de equipo importante que le queda y al menos comenzó a justificar el precio del billete de avión de todos y cada uno de los futbolistas de la expedición lombarda. Comenzó a correr, a presionar arriba, a incomodar cada control de los jugadores del Betis. Ya no fue el juego tan fluido ni se vieron acciones brillantes como las del primer tiempo. De hecho quien tomó las riendas fue Suso, que en el puesto de extremo derecho, a pierna cambiada, se convirtió en el organizador del Milan. Hubo un tramo de la segunda parte en que el encuentro estuvo en sus botas. Se paraba, centraba, regateaba… Por ahí entraba todo el peligro hasta que llegó el gol del empate. Fue un tanto tonto, pero se vio desde que el balón salió de la bota del gaditano que ahí había veneno. No la tocó nadie y ello despistó a Pau López, que esperaba que algún rival la peinara. Si la consigna era no equivocarse, con las dudas que siempre trae un gol en contra, más aún. Joaquín se fundió y salió al campo Guardado. Sanabria completó otro partidito y entró Loren. El encuentro no cambió gran cosa. Sí lo tuvo en sus botas Tello tras un gran pase de Lo Celso. El extremo disparó, Reina detuvo el disparo. También Guardado amenazó tras aprovechar un mal pase del portero e intentar una vaselina… Realmente, era un fuego bastante aislado. Al Betis no se le veía con ganas de fiesta. El Milan hacía lo que podía. Es decir, lo que le salía a Suso. Con el Villamarín pidiendo más ataque y en medio de un aire comprensible de haber sabido a poco este gran partido, el Betis cerró la cuenta y se quedó con un puntito que vale. Tiene la clasificación más que en su mano. Si no la cierra no será un fallo. Será una tirada al callejón en toda regla.

Real Betis (1): Pau López; Tello, Mandi, Bartra, Feddal, Junior; William Carvalho, Canales, Lo Celso; Joaquín (Guardado, minuto 67) y Sanabria (Loren, minuto 73).

AC Milan (1): Pepe Reina; Musacchio (Romagnoli, minuto 82), Zapata, Ricardo Rodríguez; Borini, Kessié, Bakayoko, Calhanoglu (Bertolacci, minuto 88), Laxalt (Abate, minuto 76); Suso y Cutrone.

Goles: 1-0, minuto 12: Lo Celso. 1-1, minuto 62: Suso.

Árbitro: Craig Pawson, británico. Amarillas para Feddal, Lo Celso, Ricardo Rodríguez, Musacchio, Bakayoko y Bertolacci.

Lo Celso

Es calidad máxima. Marcó el gol ante el Milan y dio buenos pases. De él siempre se espera algo. Y lo da.

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